domingo, 18 de noviembre de 2012

ENTREVISTA

        Os dejo a continuación una entrevista que me ha realizado un amigo, que trabaja en la emisora de radio local y que editaba anteriormente una revista y ahora la hace en formato digital, llamada www.laescuadradeportes.com, espero que os guste....

          Ya tiene el ojo y la mente puesta en una ciudad, en una fecha: Domingo 24 de febrero de 2013. Si todo va bien, la Maratón Ciudad de Sevilla 2013 será la que cumpla la veintena para este almagreño, policía de profesión y atleta por devoción. 
           Miguel Ángel Muñoz Trapero es un agente del orden y la ley que en la Navidad de 2002 decidió empezar a correr. Si tiramos cuentas, nos salen diez años de atletismo y diecinueve maratones en sus piernas, además de unas cincuenta y cinco medias maratones y otro buen puñado de pruebas de distinto recorrido. Está claro que en los días que corren el atletismo popular está de moda, pero hace diez años cuando aún no existía el Circuito Provincial de Carreras Populares, aquello de hacer un club de atletas no profesionales a más de uno sonó raro. No cabe duda, el tiempo ha terminado dando la razón a Muñoz y otros tantos que en Almagro y en otras muchas localidades pensaron que el atletismo popular podía tener tirón.
           Los propios atletas saben que otros muchos deportistas para quienes correr se convierte en una mera obligación dentro de su entrenamiento, no entienden los motivos que les llevan a correr. Los de Muñoz son que “te sientes vivo, te lo resumo con el nombre del blog "Corro, luego existo". Disfruto de todo, disfruto cuando llueve, piso todos los charcos y me pongo de barro hasta arriba, pero me lo paso bien, me siento vivo”, dice el corredor.

         Aunque Miguel Ángel afirma que su único trofeo es “sumar carreras y seguir estando vivo”, no olvida su mejor marca en una maratón lograda precisamente en Sevilla en el año 2005 (3 horas, 23 minutos y 25 segundos). Aquella mañana de febrero, la capital hispalense vivió el que los lugareños calificaron como “el peor día de todo el invierno”, con todo lo adverso que un atleta puede encontrar en su camino: mucho viento, un frío enorme y agua a mantas. Aquella cita fue la primera salida en masa del Almagro Trotón Club a una prueba de esta envergadura, club del que Muñoz fue socio fundador y presidente, y en el que pasó “muy buenos ratos, veo las fotos del inicio y tengo recuerdos muy buenos vividos con mucha gente. Pero la cosa se torció, yo parecía que fui el malo y si acaso lo fui, pido perdón. Pero vamos, lo que hice fue promover un deporte que no existía dentro de un pueblo”, afirma Miguel Ángel.

         Ahora, cuando ha pasado algún tiempo desde que abandonara el Trotón, prefiere tomárselo de otra manera para buscar el disfrute de su afición junto a sus hijos. Con ellos, y únicamente con ellos, forma otro club llamado “Kilómetro Cero” en el que no hay posibilidad de admisión: “No quiero depender de nadie y tampoco que nadie dependa de mí. Yo he llegado ya a un momento en el que me lo tomo todo con tranquilidad, miro el reloj y pienso qué necesidad tengo de forzar tanto, yo voy como los motores diesel, a un ritmo que me permite ver y disfrutar las cosas que tengo a los lados, porque de otra manera no te das cuenta de que existen”.
 
        A pesar de no haber tenido demasiada mala suerte con las lesiones, ha sufrido dos bastante dolorosas, como una fascitis plantar en el arco del pie y una tendinitis en el tendón peroneo “que yo no sabía que existía pero que duele un montón, te lo puedo asegurar”, dice Miguel Ángel mientras arruga el gesto. Aún así, deja claro que “dolores tenemos siempre, el que diga que corre y no le duele algo, por poco que sea, es mentira”. Estas circunstancias sumadas al paso de los años han moldeado su forma de pensar para terminar de tener claro que hay que hacer deporte para disfrutar y para estar bien pero hasta cierto punto. Es mejor durar muchos años, no hay que exprimirse en poco tiempo y después que te duela todo”.

         Después de llegar a la meta en las maratones de Ciudad Real (7 ocasiones), Madrid (7), Sevilla, Valencia, Barcelona, San Sebastián y Lisboa, el próximo mes de febrero las calles de esa ciudad que dicen (y con razón) que tiene un color especial volverán a ver a Miguel Ángel Muñoz corriendo por ellas, buscando su meta número veinte. No hay pretensiones de marca, pero después de hacer tres horas y cuarenta minutos en la última de Ciudad Real este atleta espera poder acercarse a las tres horas y media al final de los 42.195 metros preparados en Sevilla.

         Pero en Sevilla no estará el final, seguro que el destino tiene preparadas para Muñoz muchas más líneas de salida y de llegada. Ganas no le faltan, porque afirma que seguirá “mientras la salud me lo permita”. Desde aquí pues, le deseamos salud, y suerte.
Álvaro Ramos
 

jueves, 1 de noviembre de 2012

QUIXOTE MARATON

      Pues si amigos, y con unos días de retraso, como es habitual en mi,  paso a dar cuenta de lo que fue el Quixote Maratón de este año 2012. 
      Para comenzar el dorsal y bolsa del corredor, la fue a recoger el sábado, día antes de la carrera, un amigo argentino que también tenía la intención de correr esta carrera. Cuando me hizo entrega de mi dorsal, observo la ligereza de la bolsa, que presumiblemente por los efectos de la crisis, ha adelgazado este año, y que contrariamente la cuota de participación ha subido. Claro y te conformas con esto, cuando el año 2010 corrí en Lisboa, pague 55 euros y tan solo me dieron un dorsal, una camiseta (económica) y una bolsa de plástico, pues bién, algo así me dieron aquí, el Dorsal, el Chip, una camiseta (kelme), y una bolsa de plástico, ahh y un impedible, por que hay que recordar que los organizadores de las carreras ya no dan ni impedibles. No es ninguna critica, pues es evidente que las bolsas han adelgazado, a esto habría que sumarle lo que dan terminada la carrera, fruta, bebida, barritas, yo aún que no me diesen nada, estaré en cuantas ediciones mi salud me lo permita y si estoy lesionado de voluntario colaborando.
      La noche como otros años, la pase algo nervioso, debido quizá al cambio horario, temprano hize el desayuno, por lo que aproveche para reposar unos minutos escuchando música, al poco tiempo, la familia en pié y para C. Real, que comienza la gran cita atletica del otoño. Esta mañana estaba algo fresquita, por el viento más que nada, pero lucia el sol, así pues tras unos extiramientos, un ligero trotecillo para calentar más que nada el cuerpo.
      Hice grupo con el amigo que me recogio el dorsal y otro par de vecinos y amigos de mi pueblo, y junto a ellos dimos comienzo a este Maratón, que para mí es el número 19 que llevo en las piernas, y este de C. Real, es la séptima vez que lo corro, repetía indumentaria, la cual estrene el año pasado, y le incorporé un pañuelo del Atletico de Madrid, ahora que estamos pletoricos de triunfos.

 
      En los primeros kilómetros puede marchar al ritmo que mi argentino amigo había puesto y que yo considere que erz excesivo para mí, lo mismo que opinaban los otros compañeros de carrera, si bien éstos solamente querían hacer Media Maratón, es decir dar una sola vuelta al recorrido, por esta circunstancia y tras avisar en un par de kilómetros que corríamos a 4,30, en el número 10 ya los dejé marchar, pues no era de recibo para mí, hacer menos de 48 minutos esta distancia.

      En el trayecto hasta Miguelturra acuse un poco el exceso, pero me supe reponer bien, cogiéndome a otro grupo, que posteriormente me dejó pues tan solo corrían la Media, así que decidí como es habitual en mí, correr solo, coger mi propio ritmo y echar kilómetros a las espaldas, con ello y casi sin darme cuenta pasé por la estación del ave, donde tenía a mi grupo de seguidores esperando, una buena foto me sacó mi mujer, y tras unas palabras de animo, que me dieron a entender el frio que estaban pasando y los aburridos que estaban, a seguir corriendo en busca de la ansiada meta.

      Al paso por la Media Maratón, que no es el mismo lugar, que la meta del Medio Maratón para los corredores de esta prueba, observo en el reloj, 01:41:54 y pienso que voy estupendamente, pero no se como ni de que manera, en el kilómetro siguiente, me entró una pajára mental, que casi me hizo retirarme de la prueba, y la verdad no se que ocurrió, pues de piernas marchaba bien, no me dolía nada, la respiración correcta, y sin embargo estaba desmotivado y con ganas de retirarme de la prueba, menos mal que mi angelito del hombro derecho y de color blanco, me dijo no le hagas caso, tu sigue corriendo, pasito a pasito, kilómetro a kilómetro y pronto habrás llegado a la meta, así las cosas poco a poco me fuí adentrando en la Ciudad, auto-convenciendome en cada kilómetro que no debía parame, que ya faltaba menos y había que seguir, me convencía sabiendo que iba más rápido que en la tirada larga que hice previa a este Maratón. Cuando estaba llegando al kilómetro 32, me propuse no parar, al menos hasta el 34 o 35, con el único motivo, que si detenía mi marcha, engordaría más la marca final, así unas veces yo era presa de algún atleta más rápido, pero otras veces, yo era el depredador.

      Nos adentramos por las calles centricas de Miguelturra, con bastante animación, y como no me dolía nada, no podía parar, había que seguir, yo me decía a mi mismo Miguel Angel, sigue así, pasito a pasito. Pasado el kilómetro 35 me detube en el punto de avituallamiento a beber acuarius, y el zumo de una naranja, cogí agua y nuevamente a correr, ya no nos queda nada, solo 7 kilómetros, así que clave la vista en un corredor que llevaba delante y marque mi objetivo en ir tras él. Ahora llegaba otro tramo duro, la salida de Miguelturra hasta C. Real, pero intentando que áquel corredor, no se me fuese mucho, trate de aligerar mi paso, de alargar la zancada, unas veces lo conseguía, otras por el contrario debía aminorar la marcha, pues ya tenía pocas fuerzas y al poco tiempo, con la intención de que áquel señor, y encima mayor, con bigote, se me marchaba lentamente perdiéndose en el horizonte, pero yo conseguia distinguirlo entre otros corredores, cogiéndo nuevamente fuerzas y dando otro tirón, con ésto y sin darme mucha cuenta, llego nuevamente al punto donde antes estuvo mi famlia, o lo que es lo mismo estoy en el kilómetro 40, casi el 41, hay que apretar otro poco, algún corredor de los que van delante tengo que adelantar, no se si podré estan muy lejos, con esto ya paso por el 42, y en la misma puerta de la entrada al estadio donde esta la meta adelanto a un corredor, piso la pista y arreón final, como los grandes atletas entro solo a Meta, para salir guapo en la foto, tiempo final 03:40:22, objetivo cubierto yo quería hacer esa marca.

      Al final como otros años un buen masaje que me dejo nuevo, lo que siento es no haber podido hacerme una fotografía con Fausto, como tenía intención, no lo ví antes de la salida y posteriormente tampoco, para otra vez será.

      El día siguiente Lunes, a las 20'30, se dió cita a una marcha en memoria de la desaparecida amiga Carmen Tellez, haciendo una subida nocturna al cerro llamado Yezosa, lugar que era habitual en sus entrenamientos y en la de otros almagreños, así que con algún dolorcillo  nos volvimos a calzar las deportivas y meternos otros 16 kilometros en las piernas, allí se dió lectura a un texto y se descubrió una placa en memoria de esta gran mujer.