sábado, 24 de diciembre de 2011

Un Domingo cualquiera

      Podría ser la mañana de un Domingo cualquiera, pero no lo es.
      Era el pasado Domingo día 18 de Diciembre. A las nueve de la mañana sonó el despertador, me levante presto para salir a correr, había estado la tarde anterior haciendo planes, sobre cual sería el recorrido elegido, parecía que estaba todo decidido, como cualquier Domingo normal, pero en el fondo no era así.
      Después del desayuno (un café con leche) y mientras realizaba los ejercicios de estiramiento oportunos, aún seguía dando vueltas a mi cabeza de cual iba a ser el recorrido de esta mañana, y como si hubiese un grupo numeroso de personas, (solamente estaba yo), trataba una y otra vez, de dar razones convincentes para elegir un recorrido u otro.
      Al final y cuando ya estaba  abriendo la puerta de mi casa, nada había decidido aún, no sabía si salir corriendo en dirección a Valenzuela de Cva., o salir corriendo en dirección opuesta, rumbo al pico más alto de este termino Municipal, el conocido por el cerro de la Yezosa o cerro del hormigón, (por una mina a cielo abierto de donde se estrae puzelana, con la que fabrican cemento), con una altura máxima de 856 metros, estando mi domicilio situado, (como todo el pueblo), a 646 metros sobre el nivel del mar, habiendo solamente un desnivel de 210 metros, y que se divide en dos tramos o subidas.
      Tan solo cuando comienzo  a las 09'45 horas a correr, decido subir a la antena, (como se le conoce a la cima del cerro de la Yezosa, pues aquí hay un centro repetidor de telefónica), así que nada a correr que vamos en dirección al cerro. La mañana era fría, propio de la época del año, pero con la equipación que llevaba puesta ni se notaba el frio.
      Al principio hay unos cuatro kilómetros llanos, así que viene fenomenal para calentar, hasta que se llega a un puente que cruza la carretera de circunvalación de Almagro y Bolaños, para comenzar una subida y después de pasar un pequeño llano, vuelve a subir sin descanso, hasta las instalaciones de un vertedero de basura (provincial), habiendo ascendido ya hasta los 745 metros de altura, aún nos quedan 110 metros. Justo cuando llegamos a la valla de estas instalaciones, giramos a la derecha, para coger una pequeña carretera que utilizan los vehículos que se dirigen al vertedero, ahora durante aproximadamente dos kilómetros se corre sobre asfalto, y por supuesto hacía arriba.
      A lo lejos se puede ver un poste del tendido eléctrico, que yo ya tengo localizado y junto a él comienza a verse una señal de peligro, que se puede decir que es el final de este repecho, para proseguir con una bajada de unos 600 o 700 metros, que te hacen sentirte feliz, al haber superado la primera parte de esta ascensión a la antena y que te hacen correr, algunas veces, por encima de tus posibilidades.
      Llegamos nuevamente a un camino de tierra, y aquí giramos a la izquierda, para volver a subir cuesta, ahora tenemos por delante menos de dos kilómetros, pero con buenos desniveles. Tan solo nos queda girar nuevamente a la izquierda en el siguiente cruce, para no perdernos, y evidentemente siempre hacia arriba. Este nuevo tramo es algo mas duro al inicio, el piso mas pedregoso y con algunos surcos fruto de correr agua. Llegamos a un nuevo y último tramo, el piso de asfalto, en mal estado y siempre hacia arriba, aquí podemos encontrar rampas cortas, del 24 % de desnivel, se puede decir que es la parte más dura de la subida, y al final un pequeño giro a la izquierda y ya está hemos subido hasta la cima, desde donde existen unas vistas maravillosas esta mañana de Domingo.
      En la bajada, hay que bajar por el mismo camino que de subida, (si no queremos hacer campo a través), hasta la puerta al vallado del vertedero, voy decidiendo cual será el camino de vuelta para llegar a casa, pues hay diversas alternativas, entonces me encuentro con un grupo de cazadores, los cuales estaban almorzando y me invitan a parar y compartir con ellos un trago y un bocado, yo les contesto que luego a la vuelta y se rien. Es justo en este instante y cuando observo el puente que cruza la autovia del IV Centenario cuando decido que el camino de bajada será el que está situado junto al vertedero antigüo, es decir el camino llamado de Santa Cruz.
      Al ir bajando por este camino voy observando que él mismo, sirve de chorrero entre dos pequeñas lomas, y como en días pasados había llovido un poco, hoy estaba este camino completamente encharcado, y que como llevaba mis zapatillas de trail, no me importaba ir pisando charcos, salpicando con ello mis piernas que se iban llenando de suave barro de color rojo.
      Al llegar al final de este camino, que parte de una rotonda de la carretera antes nombrada, sigo por el camino de servicio de dicha autovía, hasta llegar a un paraje conocido como Pozo de la Rana, y desde aquí por un tramo de la famosa Ruta de D. Quijote, voy pasito a pasito hasta llegar a mi casa.
      Una vez que termine el entrenamiento, compruebo en el reloj, y era la primera vez en toda la mañana que lo miraba, que llevaba corriendo una hora y cincuenta y tres minutos,  desconociendo cual podría ser la distancia total, ya que este reloj es solo cronometro, y por esta circunstancia, me apresure a encender el ordenador y con el programa de google earth, fui haciendo nuevamente el recorrido, poniendo puntitos y midiendo el recorrido trotal, que al terminar sumaba la cantidad de 20 kilómetros.
      En definitiva, parecía la mañana de un Domingo normal, que al final y como el día era buenisimo, con una temperatura muy agradable para correr, yo no tenía prisa ninguna y en todo momento me sentí fenomenal, terminó siendo uno de los mejores Domingos que he salido a correr en el año 2011, ojala este año que comenzará en pocos días traiga muchos Domingos de éstos, para que podamos disfrutar todos los apasionados de este mundo de correr.